20100216

Dosunión




Tanto abismo aguardo
en tus negros soles,
tanto de miedo amargo
que se cuela poco a poco.

Y es la lluvia el comienzo
de ese hilo en lejanía
que de sombras y esqueletos
va tejiendo tus pupilas.

Aquel grito de destierro
de las pampas, mis hermanas,
ha quedado ya en la piedra
que marca la huída del alma.

Compañero de desierto,
de temores el sereno,
guárdame algo de esa copa
que a mi vuelta beberemos.

2 comentarios:

Lucho dijo...

Me gustó mucho.. esa puerta abierta, la copa que siempre está por venir..

Saludos!

ViQui dijo...

Gracias, Lucho. Me alegro de que te haya gustado. =)

Estoy un poco colgada con el blog, pero lo retomaré luego de terminar la edición de mi libro.
Sepan disculpar el descuido...

¡Saludos!