20080927

H

Me gusta llamarte, hombre, en mis sueños;
sentir que respiras el aire bebiendo.
Me gusta tocarte siempre los labios,
amarte hasta vaciar el mío pecho.
Y me uno a vos, hombre, con un nudo| que es simple y disuelve cadenas,| las cadenas viejas de nuestros ancestros,| de rituales blancos, de ciegos y tercos.|| Porque es nuestra sangre de color rojo, fuego,| que no quiere morir ni perder en el juego.| Quiere arrebatarse en enfrentamientos,| romper las caretas y crear lo que es cierto.|| Te siento tan cerca, hombre, somos tan| hermanas almas, tan de a dos perfecto| que no quiero irme, que el fin yo no veo| si no es junto a tí
dormir en un quieto lecho.||
|210308|

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