20100216

Dosunión




Tanto abismo aguardo
en tus negros soles,
tanto de miedo amargo
que se cuela poco a poco.

Y es la lluvia el comienzo
de ese hilo en lejanía
que de sombras y esqueletos
va tejiendo tus pupilas.

Aquel grito de destierro
de las pampas, mis hermanas,
ha quedado ya en la piedra
que marca la huída del alma.

Compañero de desierto,
de temores el sereno,
guárdame algo de esa copa
que a mi vuelta beberemos.